A la edad de 12 o 13 años los dientes definitivos terminan de instalarse en la boca de los niños. Pero, hasta entonces, hay que mantener sus dientes sanos e intactos. Nuestros dientes son muy fuertes, pero  debemos cuidarlos desde muy niños para mantenerlos con nosotros durante toda la vida, por eso nuestra salud bucodental es fundamental. Las caries que provienen de caramelos y dulces son muy comunes, por lo que es importante enseñarles a nuestros niños y niñas,  que no es bueno para su salud consumirlos en exceso. Hoy, en el blog, os dejamos cinco maneras para proteger sus dientes:

1. Limitar los dulces y postres:

Se trata de la primera cuestión y, a su vez, la más simple. Todos sabemos que los dulces en exceso pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud oral. En este caso, a los niños les encanta los dulces, así que hay que recordarle que puede comerse un dulce como  postre de vez en cuando, o algún caramelo solo si se cepilla los dientes directamente después; promoviendo así unos hábitos bucodentales saludables.

2. Usar algún tipo de protector bucal cuando practiquen deporte:

Para proteger a los pequeños deportista de las principales lesiones físicas en los dientes es aconsejable que use protectores bucales. Además, también mantendrá el buen estado y la forma de sus dientes. Estos protectores, por otro lado, son ideales si  tiende a apretar los dientes por la noche mientras duerme.

3. Inculcar unos buenos hábitos de higiene oral desde una edad temprana:

Los niños, cuanto más jóvenes, son más receptivos en el aprendizaje y el mantenimiento de nuevos conceptos que los adultos. Por ello, hay que aprovechar para inculcarle un buen hábito. Enseña a tu hijo cómo usar un cepillo de dientes correctamente, y hacedle saber que los alimentos pueden causarle caries en los dientes si no se los cepilla. Déjales elegir la pasta de dientes que quieran usar, y haz que se cepillen los dientes después de cada comida. También puedes traerlos a Multidental y les enseñaremos técnicas de cepillado mediante divertidos juegos.

4. Reduce el consumo de zumos:

Muchos padres le dan zumo a sus hijos, pensando que es muy saludable. Sin embargo, los zumos tienen mucha azúcar, y no de la buena sino concentrada. Asegúrate de darle a tu hijo un zumo solo de vez en cuando, no hay necesidad que acompañe cada comida, o que se consuma diariamente. Recuerda que debe cepillarse los dientes después de consumirlo, el azúcar puede ser perjudicial para los dientes en crecimiento. Hay muchas otras maneras de aportarles  vitamina C.

5. Acompaña el hilo dental con el cepillado:

Incluso a nosotros nos cuesta recordar que hay que usar el hilo dental. El hilo dental es tan importante para la salud de las encías y los dientes como el cepillado. Es una táctica preventiva eficaz para protegernos contra las enfermedades orales que nos pueden salir caras. Si ayudas a  que lo haga desde joven, hay muchas posibilidades de que lo mantenga como una parte más de su rutina a medida que se hace mayor.

¡Recuerda que una buena salud bucal es muy importante y afecta a todo nuestro organismo! El Dr. Esteban Castro Vega y su equipo te ayudarán a cuidar la tuya y la de los pequeños de la casa.  Para ello crea en ellos una rutina de visita periódica al dentista.

Mediante la técnica de regeneración ósea, se logra que un paciente, a los que habitualmente se les desaconsejan los implantes por haber sufrido alguna pérdida de masa ósea, también puedan ser intervenidos con éxito.

Funcionalmente, los dientes naturales sostenidos por los maxilares son los pilares que sostienen el hueso que rodea las raíces. Parece una redundancia pero es así. Se cumple con un proceso circular, el hueso sostiene al diente y a su vez al cumplirse esta función, la raíz hace que se mantenga la cantidad de hueso suficiente para ello, lo mismo ocurre con la raíz de los implantes dentales que reemplazan a la raíz natural.

Para realizar un implante dental es necesario contar como límite mínimo de hueso que alcance los 10 mm de altura y los 5 mm de grosor de hueso, ya que de lo contrario los implantes dentales no podrán ser realizados. Si estos valores son inferiores, la técnica de regeneración permite alcanzar completar el hueso faltante y así poder realizar un implante con base natural

Las causas habituales que generan la perdida de hueso pueden deberse a infecciones por caries, golpes fuertes o accidentes que incidan en los maxilares

Existen diversos tipos de regeneración ósea para alcanzar una base sólida al implante:

• Injertos, una intervención en la que el dentista coloca pequeñas particulas de hueso, que puede ser natural o artificial, para aumentar la superficie.
• Elevación del seno maxilar con esta técnica se consiguen resultados excelentes con una pequeña intervención quirúrgica.
• Regeneración ósea guiada. El tratamiento estrella que combina la colocación de injertos con el uso de membranas que crean las condiciones ideales para favorecer la regeneración ósea que se necesite.

Por ello, como siempre recomendamos la importancia de mantener la boca sana, cuidando adecuadamente las caries, hacer endodoncia en aquellos dientes donde su curación es próxima al nervio, cuidar las encías de enfermedades periodontales, realizar limpiezas periódicas, y la visita regular al dentista.

La salud bucodental en la mujer: La Menopausia

Continuando con las notas sobre la salud bucal en la mujer, hoy les hablaremos de otro período que marca una especial atención en la salud bucal de la mujer, la Menopausia.

En ese momento la mujer experimenta un notable descenso de la producción hormonal que repercute en las encías, la mucosa bucal y el hueso que sustenta los dientes, haciendo que pierdan su color, modifiquen su forma e incluso la pérdida de una pieza.

Estos son algunos signos característicos de este proceso:

El síndrome del ardor bucal, una sensación de quemazón que se destaca en lengua, encías y dolor dental.

Boca seca, producida por el descenso de producción salival que se manifiesta en problemas al masticar y poco sabor en los alimentos.

Gingivitis, al retrotraerse las encías dejando al descubierto las terminaciones nerviosas y si no es tratada debidamente a tiempo, puede conducir a una periodontitis.

Pérdida de piezas dentales producidas por cambios en el hueso que sostienen los dientes o por el padecimiento de osteoporosis en esta fase de la vida en la que la mujer es más propensa a contraer.

Sin embargo, la buena costumbre de realizar revisiones periódicas con el dentista antes y durante la menopausia, puede evitar el agravamiento de dichas patologías que incluso pueden llegar a poner en riesgo la vida como en el caso del cáncer bucal.

También ayudará a la situación dejar de lado malos hábitos como el tabaco o el alcohol.

La mejor forma de prevenir, es la correcta limpieza dental con el cepillo apropiado y la técnica adecuada que el dentista determinará. No esperar a que llegue el dolor, sino visitar periódicamente al profesional, muchas afecciones no producen dolor pero pueden ser muy nocivas y es nuestro dentista quien con seguridad nos ayude a actuar con antelación.

La mujer produce una serie de cambios hormonales a distintas edades de su vida, que repercuten, entre otras manifestaciones, en algunos trastornos bucodentales que pueden transformarse en problemas frecuentes para la mujer.

Continuando el hilo del post anterior, nos centramos en ésta oportunidad en el periodo de la pubertad en la mujer.

Durante esta etapa, las bacterias de la placa dental provocan con más facilidad inflamación de las encías, enrojecimiento y sangrado, ya sea en el cepillado como espontáneamente. A esta afección se la conoce como gingivitis puberal y su origen se debe al incremento de hormonas sexuales (estradiol).

Por ello recomendamos que los padres estén atentos a que sus hijos cumplan con sus hábitos de higiene dental diarios.

En algunos casos puede presentarse dolor, sangrado e inflamación en las encías previos a la menstruación, efectos que desaparecen días después como así también herpes labiales o aftas asociadas a la regla.

El doctor Esteban Castro Vega, Director de la Clínica Multidental, apunta como debemos cuidar nuestra sonrisa.

1. Al dentista, una vez al año.

Y desde edades muy tempranas, ya que las caries puede manifestarse a partir de que salga el primer diente.

2. Tres veces al día.

Es la frecuencia de cepillado, después de cada comida.  Imprescindibles las de antes de antes de acostarse y tras levantarse por la mañana.

3. El dentífrico, con flúor.

Las pastas dentífricas con flúor nos ayudan a prevenir las caries.

4. Cambia tu forma de cepillarte.

El cepillado correcto consiste en realizar movimientos cortos, suaves y elípticos, sin olvidar la línea de las encías, los dientes posteriores, las zonas que rodean las coronas de los dientes y aquellos con empastes.

5. Cambia de cepillo.

Los expertos recomiendan renovar el cepillo dental cada tres meses para evitar enfermedades periodontales.

6. No olvides el hilo dental.

El mejor momento es por la noche, la ausencia de salivación mientras se duerme favorece la formación de placa.

7. Enjuágate.

Los colutorios constituyen una ayuda a la hora de mantener sana tu boca y evitar infecciones.

8. Sigue una dieta sana.

También contribuye a reforzar el sistema inmune para que pueda defenderse ante cualquier infección en la cavidad bucal.

9. Los chicles ayudan.

Si no puedes lavarte los dientes, recurre a los chicles sin azúcar o a las láminas de higiene bucal.

10. No abuses de los blanqueadores.

Cuando se utilizan de forma excesiva y continuada pueden llegar a dañar el esmalte.

Con el paso del tiempo nuestros dientes tienden a oscurecerse, por tal motivo no es de extrañar que el blanqueamiento dental sea una de las intervenciones estéticas que cuentan con un mayor reclamo a día de hoy, puesto que estamos ante la solución más eficaz a la hora de recuperar una sonrisa perfecta.

Algunas de las causas que aceleran el proceso de oscurecimiento son:

• Bebidas como té, café, vino tinto u otros alimentos con un alto contenido en colorante.
• Otra causa de gran importancia es el tabaco, que puede hacer que sus dientes tengan un aspecto amarillento.
• Las caries dentales, los empastes y el sarro pueden contribuir, de manera considerable, a la decoloración.
• Si los nervios y los vasos sanguíneos de los dientes son dañados por una caries o un golpe, también pueden llegar a oscurecerse.

El primer paso para abordar este problema es la consulta con el dentista, quién trabajará en el tratamiento adecuado para obtener los mejores resultados, de máxima durabilidad y mínima afectación de los tejidos dentales y gingivales. Luego, dependiendo de cada caso recomendará los  productos específicos y cualificados para el mantenimiento.

La Halitosis, también conocida como mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un problema frecuente que afecta una de cada dos personas.

Se considera un problema de carácter social relacionado con una higiene bucal deficiente o con enfermedades de la cavidad oral, aunque en ocasiones puede ser una manifestación de alguna otra patología.

En función de su origen, existen diferentes tipos de Halitosis:

Fisiológica, cuando es debida a una disminución de la secreción de saliva durante el descanso nocturno y responde bien a la higiene bucal.

Patológica. Cuando el origen está en la cavidad bucal y representa el 80%-90% de los casos: la enfermedad periodontal y la gingivitis son las causas más frecuente, seguidas de la mala higiene bucal, caries, absceso dentario e infecciones víricas, bacterianas o fúngicas, entre otras. Entre los motivos externos a la boca que pueden provocar un aliento desagradable están las enfermedades respiratorias y enfermedades otorrinolaringológicas (5%-8%), como sinusitis, pólipos nasales o bronquiectasias; enfermedades digestivas (2%); y otras (1%) como diabetes mellitus, insuficiencia renal y hepática.

Pseudopatológica. Cuando  la persona percibe mal aliento, pero el resto no lo detecta. También se denomina halitosis psicosomática.

Nuestros consejos para combatir la halitosis son:

• Recuperar la salud bucal mediante el tratamiento odontológico específico para las lesiones de caries y enfermedades de las encías.
• Realizar una buena higiene bucal para reducir la presencia de placa bacteriana con cepillo e hilo dental y/o irrigadores dentales después de cada comida y sobretodo antes de ir a dormir.
• Cepillar el dorso de la lengua diariamente con cepillos especiales para lengua.
• Limpiar las prótesis, férulas de descarga o aparatos de ortopedia diariamente.
• Evitar comer alimentos con cebollas, ajos, especies y bebidas alcohólicas. Abstención de tabaco y tratamiento de la boca seca.
• Ocultar la halitosis con golosinas y pastillas de menta, sólo dan solución transitoria.
• Cuando la causa es un problema médico es importante hacer la consulta con tu dentista de confianza. Y no avergonzarte del problema pues suele tener fácil remedio siempre que sea bien diagnosticada la causa.

La visita periódica al odontólogo te permitirá mantener una buena salud bucal. Tu dentista realizará la limpieza profesional periódica que necesitas y te aconsejará sobre los cuidados diarios para evitar este problema.

¿Se estremecen o te duelen los dientes al comer un helado o al tomarte una taza de algo caliente?, eso quiere decir que tus dientes están más sensibles de lo normal, por lo tanto padeces sensibilidad dental, y  nosotros podemos ayudarte a mejorar e incluso curar este molesto problema.

Normalmente los dientes están protegidos y no tienen esa hipersensibilidad. El esmalte cubre la corona de los dientes, la parte blanca de tu sonrisa. Pero cuando falta esa protección, las sensaciones externas llegan directo a la dentina, que está debajo del esmalte, y ésta las transmite al nervio interno del diente. ¡Ay! Ese es el momento cuando sientes incomodidad y dolor.

Los dientes se vuelven sensibles por muchas causas. La falta de higiene de tu boca, así como el sarro y la edad, pueden desgastar el esmalte. Y lo más común es cuando tus encías se retractan, es decir se suben, dejando al descubierto la raíz, puede ocurrir  cuando te cepillas muy fuertemente resintiendo tus encías, o cuando desarrollas una enfermedad de las mismas causada por el exceso de placa bacteriana que las inflama y con el tiempo destruye sus tejidos haciendo que se despeguen del diente.

Afortunadamente los dientes sensibles pueden tratarse.

Existen diversos tratamientos según  la causa de la sensibilidad, solo tienes que visitarnos y realizaremos la mejor solución y que más se adapte a ti.

Así, la próxima vez que pases frente a la heladería podrás “meterle el diente” a tu helado preferido, sin miedo.

La gingivitis es una forma de enfermedad periodontal, es la inflamación e infección que destruyen los tejidos de soporte de los dientes. Esto puede incluir las encías, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales (hueso alveolar).

La gingivitis se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa en los dientes. La placa es un material pegajoso compuesto de bacterias, moco y residuos de alimentos que se acumula en las partes expuestas de los dientes. También es una  causa importante de caries dental.

Si la placa no se quita, se convierte en un depósito duro denominado sarro (o cálculo) que queda atrapado en la base del diente. La placa y el sarro irritan e inflaman las encías. Las bacterias y las toxinas que éstas producen hacen que las encías se infecten, se inflamen y se tornen sensibles.

• Los siguientes factores aumentan el riesgo de padecer gingivitis:
• Ciertas infecciones y enfermedades en todo el cuerpo (sistémicas)
• Mala higiene dental
• Embarazo (los cambios hormonales aumentan la sensibilidad de las encías)
• Diabetes no controlada
• Los dientes mal alineados, los bordes ásperos de las obturaciones y la aparatología oral mal colocada o contaminada (como correctores dentales, prótesis, puentes y coronas)

Muchas personas tienen algún grado de gingivitis. Ésta generalmente aparece durante la pubertad o durante las primeras etapas de la edad adulta, debido a los cambios hormonales. Puede persistir o reaparecer con frecuencia, según la salud de sus dientes y encías. Para ello el odontólogo examinará la boca y los dientes y buscará encías blandas, inflamadas o de color rojo púrpura.

Es necesaria una higiene oral cuidadosa después de una limpieza dental profesional, para ello debes no olvidar tu cita cada seis meses   para revisar y controlar tu salud bucal.